El ramo de novia que portó Catherine para su boda con el príncipe William fue un cariñoso guiño a su marido, ya que incluía unas flores conocidas en el Reino Unido como “Sweet William” (Dulce William), una variedad que en español se conoce como clavel de Japón, ramillete de Constantinopla o minutisa.
El bouquet también incluía mirtos, liliáceas del valle y jacintos.
La tradición de las bodas reales británicas dicta que el ramo de la novia tiene que incluir un ramito de mirto del arbusto original plantado en 1845 por la reina Victoria en Osborne House, una propiedad real en la isla de Wight (sur de Inglaterra).
La tradición comenzó en 1858 cuando la hija mayor de la reina Victoria, la princesa del mismo nombre, lució estas flores en su ramo de bodas para subrayar la “inocencia” de la novia.
El ramo de Catherine contiene también mirto -flor que representa el emblema del matrimonio y el amor- de otra planta que se empleó para componer el bouquet de la reina Isabel II en 1947.
El ramo de Catherine fue elaborado por la diseñadora floral Shane Connolly http://www.shaneconnolly.co.uk/ responsable de la ornamentación arbórea de la abadía de Wesminster, que situó a los 1.900 invitados a la ceremonia bajo una especie de bosque interior de arces y carpes.
En el lenguaje floral, las “Sweet William” tienen un significado de galantería y las liliáceas del valle de regreso de la felicidad, mientras que los jacintos simbolizan la constancia en el amor.
Fuente: http://www.vivelohoy.com/
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